Con tan solo 16 años, Lydia Garre es una de las autoras españolas más jóvenes del momento. La inocencia y la curiosidad propias de su juventud contrastan con su tono maduro, reflexivo, preñado de una vivencia imposible debido a su edad y a veces incluso hastiado. Aunque su lenguaje está cargado de actualidad, bebe de múltiples fuentes literarias, con un esteticismo entre romántico y decadentista que evoca escenas casi cinematográficas. Sus personajes se debaten entre lo racional y el hedonismo, sin llegar a caer en idealizaciones de uno u otro signo. El dominio que demuestra de un neovictorianismo ambientado en el París actual promete un futuro literario al que habrá que estar atentos.
Lydia Garre Iniesta (2002) nació en Murcia sin dar complicaciones a su madre, y con la misma discreción empezó a escribir para luchar contra la desoladora blancura de sus libretas. La génesis de esta novela radica en su necesidad de tratar uno de los temas universales de la literatura: el amor. Actualmente continúa escribiendo ante la morera de su huerto.